La dermatitis es una inflamación de la piel que generalmente provoca descamación, picazón y ampollas. A continuación, detallaremos los principales tipos y cómo contrarrestar los síntomas.

Como ya hemos comentado, existen diferentes tipos de dermatitis como la seborreica, la de contacto y la atópica o eccema. La sintomatología va desde piel seca, irritada y con descamación a piel hinchada, enrojecida e incluso con ampollas.

 

¿Cuáles son las causas de la dermatitis?

Los distintos tipos de dermatitis pueden ser consecuencia de varios factores:

Por un lado, la dermatitis de contacto se produce por la reacción alérgica originada por el contacto entre la piel y un agente irritante. Entre estos agentes irritantes o alérgenos se encuentran los perfumes, los productos de limpieza, el níquel o algunos conservantes en cremas.

Mientras que la dermatitis atópica ocurre cuando el paciente posee una variación genética o una disfunción del sistema inmunitario; es sensible a sustancias específicas como alimentos, factores ambientales o alérgenos transmitidos por el aire o por contacto.

Y, la dermatitis seborreica es producida por un hongo ubicado en la secreción sebácea en la piel.

 

Dermatitis atópica y cómo prevenirla

La dermatitis atópica es crónica y suele recrudecerse de manera periódica. Es habitual en niños, pero cada vez es más frecuente la aparición de esta dermatitis atópica facial en adultos. A pesar de no ser contagiosa, deteriora mucho la calidad de vida porque además del dolor físico, es muy visible por lo que puede afectar a tu autoestima o hacerte sentir incómodo.

A día de hoy no se ha encontrado ninguna cura pero sí podemos ayudar a aliviar síntomas como la picazón y prevenir nuevos brotes siguiendo algunas pautas básicas relacionadas con el cuidado personal.

 

  • Usa guantes al usar químicos, productos de limpieza o sustancias irritantes.
  • Elige jabones sin perfume e hidratantes. Los jabones antibacteriales y desodorantes pueden eliminar más aceites naturales y, por tanto, resecar la piel.
  • Trata de limitar tus baños a 10 minutos, controla que el agua esté tibia y usa aceites de baño.
  • Seca tu piel con cuidado, dando toques en lugar de arrastrar, con una toalla suave.
  • Después de un baño no seques por completo tu piel y usa esa humedad para sellarla con aceite, crema o loción sin fragancia al menos dos veces por día para mantener la humedad.
  • Intenta evitar algunos factores que pueden empeorar la reacción cutánea como pueden ser el estrés, el sudor, la mala alimentación o el polvo.

Ten en cuenta que todo lo anteriormente mencionado solo puede ayudar a controlar tu afección pero no va a curarla. Debes acudir a un especialista, en este caso, un dermatólogo que evalúe bien tu caso y te recete, si es lo que necesitas, algunos medicamentos.

 

Dermatitis. Piel seca

 

Mi experiencia personal con dermatitis

Aunque desde pequeña he padecido de dermatitis atópica, esa afección ha ido disminuyendo con los años y, solo en momentos de mucho estrés, me aparece algún mínimo brote que puedo controlar sin mucho problema.

Sin embargo, la dermatitis de contacto apareció de manera repentina en 2018 y tardé cerca de un año en saber qué me pasaba porque no sabían qué pruebas realizar. En mi caso, la dermatitis apareció en mis manos, sobre todo en la derecha, a modo de ampollas, sequedad extrema, picazón e inflamación. Llegué al punto de no poder abrir la mano derecha y que el mínimo movimiento me provocase el agrietamiento de la piel dando así lugar al sangrado de esta.

Finalmente, acabaron realizándome una prueba epicutánea que consiste en la aplicación de diferentes sustancias sobre la piel de la espalda en unos parches parecidos a pegatinas. Tras la prueba no te puedes mojar la espalda ni realizar ejercicio intenso para evitar el sudor durante al menos 96 horas. Las sustancias aplicadas son los alérgenos que se quieren estudiar para ver si se produce alguna reacción en la piel. Estos pueden ser perfumes, tintes, productos de limpieza, metales, etc.

Tras la prueba me dijeron que era alérgica al níquel, un metal presente en la mayoría de joyas, monedas, cubiertos y algunos productos cosméticos, entre otros. Además, también tuve una reacción, aunque de manera más leve, a ciertos productos de limpieza.

Después, me recetaron una crema con corticoides para poder controlar esta dermatitis y me advirtieron de que era algo que no tiene cura. Debo evitar el contacto con el níquel dentro de lo posible. También, he de controlar el consumo de productos enlatados cuando los brotes son más extremos ya que estos pueden contener restos de níquel.

Es por todo esto que recomiendo que lo trates cuanto antes con un dermatólogo que ayude a controlar tu dermatitis a la mayor brevedad posible.

 


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